Era una noche cálida en la ciudad 🌃. Plex, conocido por su estilo extravagante y su gusto por los autos de lujo, acababa de aparcar su Lamborghini Huracán 🏎️ frente a un elegante restaurante italiano. El motor todavía rugía con ese sonido grave que atraía miradas curiosas y envidiosas.
Plex no era una persona cualquiera: influencer, empresario y amante de la velocidad, su Lamborghini era más que un coche, era su marca personal. El color verde lima 🍏, las llantas negras mate y el interior de cuero blanco lo convertían en una joya sobre ruedas.
Mientras disfrutaba de un plato de pasta 🍝, Plex no podía imaginar que, a pocos metros de allí, dos hombres lo observaban desde la acera de enfrente 😈.
👀 Los hombres de chaqueta negra
Eran rápidos, precisos y silenciosos. Uno, alto y delgado, llevaba una gorra hacia atrás 🧢 y unos guantes negros. El otro, más corpulento, parecía el tipo de persona que podría empujar un coche con las manos. Ambos habían seguido a Plex durante semanas. Sabían sus horarios, dónde solía comer y hasta la ruta que tomaba para volver a casa.
Su objetivo estaba claro: robar el Lamborghini sin que nadie se diera cuenta.
⏳ El plan perfecto
El corpulento sacó de su chaqueta una pequeña caja de herramientas 🔧. No iban a forzar el coche de forma rudimentaria: tenían un dispositivo electrónico capaz de interceptar la señal del mando del auto. Un pequeño “clic” y la alarma quedó inactiva.
El más delgado se deslizó dentro del asiento del conductor, giró la llave falsa y el rugido del motor despertó a medio barrio 🔊. Pero en vez de alarmar a la gente, ese sonido era tan común con Plex que todos pensaron: “Ah, seguro que se va a dar una vuelta”.
🍷 Mientras tanto, dentro del restaurante…
Plex estaba riendo con un amigo, contando historias de sus viajes. Levantó su copa de vino 🍷 sin sospechar que su querido coche estaba desapareciendo justo en ese instante. El Lamborghini giró la esquina y se perdió en la noche.
Solo cuando un camarero, al traer el postre 🍰, comentó en tono casual:
—Señor, ¿ya se marcha? He visto su coche salir hace un momento…
La sangre se le heló.
🏃♂️💨 La persecución
Plex salió corriendo como si estuviera en una película de acción. En la calle, el espacio donde había dejado su Lamborghini estaba vacío, con solo un charco de luz amarilla bajo la farola.
Sacó su teléfono y llamó a la policía 📞. Con la adrenalina a mil, empezó a correr por las calles tratando de escuchar el motor a lo lejos. Increíblemente, en la esquina de la avenida principal, vio las luces traseras de su coche.
—¡Ese es mío! —gritó, pero obviamente no lo escucharon.
Un taxi amarillo 🚕 pasaba por ahí. Plex, sin pensarlo, se metió dentro y le dijo al conductor:
—¡Sigue ese Lamborghini!
⚡ La huida de los ladrones
Los dos hombres, al darse cuenta de que alguien los seguía, aceleraron. El rugido del motor se volvió un aullido metálico. Pasaron semáforos en rojo 🚦, esquivaron peatones y se internaron en un barrio industrial.
Plex sentía que su corazón iba a salirse del pecho. El taxi hacía lo que podía, pero era imposible alcanzar a un Huracán a toda potencia.
🔚 El giro inesperado
De pronto, el Lamborghini frenó bruscamente en medio de un callejón. Los ladrones saltaron fuera y corrieron hacia la oscuridad. Plex llegó unos minutos después y vio su coche… intacto.
Al acercarse, notó algo raro: en el asiento del copiloto había una pequeña caja 📦. Dentro, había una nota escrita a mano:
“Esto no es un robo, es una advertencia. Cuida lo que amas.”
Plex se quedó inmóvil. ¿Quiénes eran esos hombres? ¿Por qué no se llevaron el coche?
🎭 Epílogo
Desde aquella noche, Plex instaló sistemas de seguridad extra, cámaras 360° 📹 y un rastreador satelital en todos sus autos. Pero lo que más lo inquietaba no era el robo fallido, sino la sensación de que alguien lo estaba vigilando… y que tarde o temprano volverían.
A veces, mientras conduce de noche 🚗✨, Plex cree ver en el retrovisor a un hombre con gorra, siguiendo cada uno de sus movimientos.
💬 ¿Y tú?
¿Crees que los ladrones volverán por el Lamborghini, o que tenían un objetivo más siniestro?